lunes, 24 de enero de 2011

Atenienses








La belicosidad de los griegos de la época clásica se considera como algo natural, inseparable a su forma de vida y de pensamiento. Su organización política se realiza como pequeños estados independientes entre sí, celosos las más de las veces por afirmar su supremacía sobre sus vecinos. Estas pequeñas ciudades-estado, o polis, se consideran hermanas entre sí por una misma cultura, lengua, religión y tradiciones, pero ven en la guerra la expresión normal de la rivalidad que existe entre las mismas, y como consecuencia de este hecho,
desarrollaron un sistema de enfrentamiento acorde con esta forma de pensamiento

La educación ateniense era diferente a la espartana. Todo ciudadano era movilizable hasta los 60 años. Los niños acudían a la escuela a los siete años, iniciándose en primer lugar en las humanidades y después en los deportes, entre los 12 y los 14 años. A los 18 eran declarados efebos, siendo desde ese momento el Estado quien se ocupaba de su educación militar, política y administrativa durante tres años. A los 21 eran declarados ciudadanos de pleno derecho. La democracia ateniense sólo implicaba a los ciudadanos en las tareas de gobierno y en la elaboración de las leyes. Todos los ciudadanos eran iguales ante la ley, sólo existía diferenciación económica entre ellos.

El ejército contaba con una infantería ligera y comprendía arqueros, honderos y peltastas, reclutados generalmente entretetes y metecos (extranjeros residentes que no gozaban de todos los derechos de ciudadanía), así como mercenarios (tropas que servían en la guerra recibiendo a cambio una retribución) .
El ateniense era un soldado valiente y desenvuelto, con un alto sentido del honor.

Al modelo hoplita conviene darle, pues, unos límites temporales: su inicio podemos fecharlo a mediados del siglo VII a.C. (la primera batalla en la que se reproduce el esquema político es la de Hisias en 669 a.C.), creciendo desde fines del siglo V a.C. Otra tendencia con el desarrollo de cuerpos de infantería ligera y caballería, y el cambio de mentalidad en la guerra que sobreviene con el gran conflicto helénico de esa época. Sin embargo, la falange hoplita se mantiene como cuerpo militar noble por excelencia. Definiremos “falange” como un cuerpo de infantería pesadamente armado, que se dispone en formación cerrada y ordenando sus filas muy cerca unas de otras.

Atenas debe considerarse la creadora de la estrategia y la táctica navales, fue la primera potencia marítima por el número y la calidad de sus naves. Su unidad de combate fue el trirreme, acompañado de naves de transporte para los hoplitas, los caballos y el material. La ciudad proporcionaba el casco de la nave, los mástiles, las velas y cordaje, y un ciudadano rico, eltrierarca, costeaba el resto de la nave. El mando estaba a cargo del mismo trierarca, acompañado de un estratego como jefe supremo (el estratego era designado por el pueblo) y asistidos ambos por un timonel y distintos subalternos.

Espartanos





El ejército espartano era la fuerza militar de la ciudad estado de Esparta, una de las más importantes en la historia de la antigua Grecia. El ejército constituía el pilar principal del estado espartano, en el cual la primera y principal obligación de sus ciudadanos era convertirse en buenos soldados. Sometidos al entrenamiento militar desde su infancia, los soldados espartanos eran los más disciplinados, entrenados y temidos de la antigua Grecia (no le temían a nada). En los momentos de mayor apogeo de Esparta, entre los siglos VI y IV a. C., estaba aceptado comúnmente en Grecia el hecho de que "un soldado espartano valía lo que varios hombres de cualquier otro estado".


Este poder terrestre de Esparta se basaba en primer lugar en un sistema educativo desde la infancia totalmente orientado a la preparación para la guerra. 

De los 16 a los 20 años, el adolescente se convertía en irene de primer, segundo, tercer o cuarto año. El «irenado» corespondía a la efebía ática, con la diferencia de que ésta era más breve, dos años tan sólo.

A los 20 años, todo espartano se incorporaba al ejército activo, pero su formación militar no había finalizado. La educación de los espartanos se prolongaba hasta la edad madura. 


De los 20 a los 30 años, estos jóvenes guerreros seguían viviendo, aunque estuvieran casados, con sus «camaradas de tienda» y continuaban comiendo todos juntos (sisitias). 
Todavía no se les permitía el acceso al ágora, ni podían ejercer sus derechos políticos. Para ellos la vida familiar no podía empezar hasta después de los 30 años, pero alterada además por la costumbre de esas comidas en grupo. 
A los 60 años, el espartano quedaba al fin liberado del servicio militar y podía formar parte del Senado (Gerusía). Pero seguía pasando mucho tiempo en los gimnasios vigilando los ejercicios de los niños y las luchas de los irenes.


El ejército espartano, mandado por uno de los dos reyes que vigilaban a menudo los éforos, estaba compuesto únicamente por los hoplitas, ciudadanos de pleno derecho o periecos.
Los espartanos utilizaban el mismo equipamiento típico de los hoplitas de la Antigua Grecia. Su única marca distintiva de los espartanos con respecto a sus vecinos griegos eran su túnica (chitōn') y su manto (himatión), de color escarlata, así como el pelo largo, que los espartanos mantuvieron durante mucho más tiempo que la mayor parte de los griegos. Para los espartanos, el pelo largo mantenía su antiguo significado arcaico como símbolo del hombre libre.


Cada soldado iba equipado con grebas de bronce, coselete del mismo metal, así como también del casco diseñado para ofrecer la máxima protección aunque incómodo y de escasa visibilidad. El armamento defensivo se completaba con un pesado escudo circular 
(aspis) que era su elemento principal de combate. Se asemejaba a un cuenco circula con un borde casi plano muy reforzado tanto por bronce como por unos 1,8 cm de madera y cuya función principal era parar los golpes tajantes, sostenido por un asa central y otra en el borde. Estos escudos estaban decorados con motivos guerreros y a menudo, chapados en bronce. Las armas ofensivas incluían una lanza no arrojadiza, muy pesada de una longitud que podía ser una vez y media la talla del espartano y una espada corta para enfrentamientos a escasa distancia. Todo el equipo en su conjunto podía pesar entre 35 y 70 Kilos.

jueves, 20 de enero de 2011

Guerrero inca

Las crónicas identifican al Inca como el gobernante supremo, a semejanza de los reyes europeos en la Edad Media. Sin embargo, el cargo era compartido, y el acceso a este no tenía que ver con la herencia al hijo mayor, sino con la elección de los dioses mediante unas pruebas muy rigurosas, a las que se sometían las aptitudes físicas y morales del pretendiente. Tales pruebas se acompañaban de un complejo ritual a través del cual el Sol nominaba a quien debía asumir el cargo inca. Inti, si estaba de acuerdo, le daba el poder de la lluvia al futuro Inca.

guerrero águila


                                                                      

Los cuāuhpipiltin (en singular cuāuhpilli, "noble águila" en Náhuatl clásico), también llamados caballeros águilas o guerreros águilas, fueron una clase especial en la infantería militar de la armada azteca, los cuales junto a los caballeros jaguar o "ocēlōpipiltin" componían primordialmente las elites guerreras del antiguo Imperio azteca.
Los "cuāuhpipiltin" fueron los únicos dentro de la sociedad guerrera azteca que no estaban restringidos por derechos de nobleza, los cuales a un los más comunes como los macehuales (la clase más baja dentro de la sociedad azteca), podían ser admitidos.




guerrero jaguar

Guerrero Jaguar
Se denominaban con el nombre de "Guerreros Jaguar" a ciertos miembros del ejército azteca, quienes eran Guerreros profesionales. Que pertenecían a la clase baja, los mācēhualtin. Estos soldados eran algo así como las "fuerzas especiales" del estado Mexica, distinguiéndose de los guerreros águila (cuāuhpilli), que sólo podían proceder de sangre perteneciente a la nobleza. Estos dos tótems se solían usar debido a la creencia que las águilas y jaguares representaban respectivamente la luz y la oscuridad en la mitología azteca.
El guerrero jaguar solían enviarse al frente de la batalla durante las campañas militares,1 mientras que el Guerrero águila eran explorador, espía y mensajero, para alcanzar este estatus, debían capturar doce enemigos vivos en dos campañas consecutivas, es decir, seis en una y los otros seis en la siguiente.