jueves, 20 de enero de 2011
Guerrero inca
Las crónicas identifican al Inca como el gobernante supremo, a semejanza de los reyes europeos en la Edad Media. Sin embargo, el cargo era compartido, y el acceso a este no tenía que ver con la herencia al hijo mayor, sino con la elección de los dioses mediante unas pruebas muy rigurosas, a las que se sometían las aptitudes físicas y morales del pretendiente. Tales pruebas se acompañaban de un complejo ritual a través del cual el Sol nominaba a quien debía asumir el cargo inca. Inti, si estaba de acuerdo, le daba el poder de la lluvia al futuro Inca.
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